viernes, 14 de octubre de 2011

FOLKLORE Y CULTURA POPULAR

Los términos folklore[1] y cultura popular son normalmente asociados y es difícil definir qué es cada uno y sus límites. Exploraremos algunas de sus definiciones, tomando en cuenta a María Dolores Juliano, en su texto “cultura popular” de 1986, para darnos cuenta que estos términos son complementarios, convirtiéndose en sinónimos, y que abarcan muchas veces el mismo campo semántico.


La mayor diferenciación de los términos radica en los objetivos, técnicas de investigación, y en la delimitación de sus unidades de análisis. De esta forma mientras el folklore alude a las técnicas y conocimientos mantenidos y transmitidos por enseñanza directa o por medios verbales y que centra su análisis en unidades recortadas y por lo general con un ámbito geográfico delimitado, la cultura popular, estudia aspectos culturales propios de grandes sectores de población, tanto urbana como rural, intenta captar la cultura como un todo, incluyendo sus interrelaciones con los otros segmentos o sectores culturales.


Así el folklore intenta comprender el pasado a través de los rasgos que han conseguido sobrevivir hasta el presente y la cultura popular intenta entender el funcionamiento de las configuraciones culturales, en la actualidad o el pasado.
Para los folkloristas tradicionales, hay cierto acuerdo en definir folklore como el estudio de determinados grupos arcaicos dentro de la sociedad global. Así el folklore ha sido entendido como el conjunto de manifestaciones artísticas y técnicas del pueblo (incluyendo sus creencias, expresiones rituales y “supersticiones”). En muchos casos se ha considerado como “supervivencias” (entendido como elementos aislados, no funcionales, que se mantienen por una especie de inercia en una cultura que había cambiado sus estructuras formales y que por lo tanto no tenia un lugar lógico para ello) de épocas pasadas, que permiten pensar como pensaban nuestros antepasados (Juliano 1986:5).


El folklore, también alude a sus contenidos y se habla de él a través de sus técnicas de transmisión, manteniendo, reuniendo, conservando y reinterpretando elementos culturales construidos por un colectivo. La enseñanza se realiza de forma directa, fuera de la enseñanza oficial y de la difusión escrita. Con frecuencia el folklore es resultado de malas lecturas de las interrelaciones, pero lo hace porque estas expresiones se han recubierto de un nuevo significado, es decir que han adquirido una nueva funcionalidad (expresiones u objetos folklóricos).


Siguiendo a Juliano, los científicos sociales como Kroeber consideran que la cultura es un conjunto de normas y reglas, generadas socialmente y no una esencia que se materializa en determinadas actividades. Otras definiciones consideran la cultura como un conjunto de disposiciones adquiridas por aprendizaje (escuela de cultura y personalidad) o incluso como la medida estadística de las conductas de sus agentes (ecología cultural). Para estos autores la cultura popular es un fragmento, incluido (y muchas veces opuesto) a una unidad de cultura mayor.


[1] De acuerdo a su definición, etimológicamente la palabra folklore significa saber del pueblo (the lore of the people) (Bonte y Izard 1991:297)

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